Baja las escaleras para encontrarte con nuestros agradables balcones para nadar con vista a las serenas aguas del lago. Cuando necesites un delicioso capricho, sube los escalones de nuestra cafetería para disfrutar de un batido de frutas recién mezclado o un famoso burrito de desayuno, ensalada de frutas, nachos o sándwich de aguacate.

Por la noche, nuestros huéspedes cenan juntos y comparten las historias de sus viajes en nuestras famosas cenas de estilo familiar. Todas nuestras comidas están preparadas con los mejores y más frescos ingredientes disponibles, seleccionados a mano en el mercado indígena de Panajachel y transportados en bote (el único acceso aparte de los antiguos senderos) hasta el muelle del hotel.

Los viajeros vienen aquí para relajarse y tomar un descanso de sus ajetreadas vidas. Muchos olvidan qué día es y se dejan llevar por la máxima relajación. Algunos vienen por un día y se quedan una semana. Usan el hotel y su atmósfera como su centro de revitalización mientras se aventuran a experimentar el color, la vida y la sublimidad del lago de Atitlán.

La Casa es mucho más de lo que cualquier imagen, reseña o incluso página web puede representar, así que ven a ver por ti mismo lo que se considera digno de ser "El hotel más mágico de Guatemala".